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En este espacio, los miembros de la Red CREADESS podrán compartir sus experiencias.
Que la tecnología está alcanzando límites insospechados no es algo extraño. De hecho, todos los mercados están siendo invadidos por gadgets y dispositivos electrónicos, incluso el mercado sexual. Hace mucho que ya las tendencias eróticas buscaron ir de la mano de la tecnología, pero las más punteras han decidido apostar por los robots como experiencia sexual.
¿Te imaginas acudir a un local de escorts de lujo y tener la opción de mantener relaciones sexuales con un androide? Pues, aunque parezca un disparate, ya se dan casas de citas que ofrecen este servicio.
Corre a cargo de la afamada revista Nature, que ha publicado recientemente un estudio realizado en Inglaterra por la Fundación para la Robótica Sostenible titulado "Nuestro futuro sexual con robots". En este texto se debate sobre los próximos escenarios que podrían tornarse cotidianos en nuestra vida en la próxima década.
De hecho, según las conclusiones del estudio, en Asia ya ha habido un gran avance de muñecas-robot creadas y orientadas específicamente al sexo. Además, exponen un listado de usos que se les dará a los robots en el futuro como éstos:
Como veníamos diciendo, la tecnología al servicio del sexo lleva años aumentando su influencia en la sociedad. De hecho, maneja más de 30.000 millones de dólares, aunque aún es imposible conocer cuántas personas tienen acceso a este tipo de muñecas robotizadas para estos servicios sexuales tan específicos.
Si bien algunos sectores de la sociedad se han levantado contra estas industrias alegando que desconocen cuáles serán las implicaciones sociales, legales y morales que pueden acarrear el desarrollo de estos robots.
Eso sí, si de algo estamos seguros es que en el futuro un alto porcentaje de estos dispositivos estarán presentes en la vida sexual de los humanos. Como todo lo que hace la tecnología, la invasión en la vida cotidiana de las personas, las estrategias de marketing de influencia catapultarán el uso de estas nuevas costumbres.