La inversión socialmente responsable está en boca de todos. En 2006, la ONU puso en marcha junto a un grupo de inversores una lista de seis principios de inversión responsable (PRI por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es entender el impacto que las cuestiones ambientales, sociales y gubernamentales tienen en las inversiones. En un principio, esta lista fue firmada por una centena de empresas; hoy, ya son casi 2.000 (el 90% de la industria) y entre 2016 y 2018 su tasa de crecimiento ha sido del 28%.