Si tu propósito es tener una huerta de cosecha relativamente rápida, lo primero que necesitas es un espacio, ya sea directamente en la tierra o en macetas, con materia orgánica (compost, humus, etc.) para dar los nutrientes suficientes a las semillas, para crecer. Lo segundo, sin duda, es aportar agua periódicamente e ir vigilando que no aparezcan plagas para poder evitar que vayan a más y combatirlas de forma ecológica en las primeras fases.