Autor: Fernando Duarte Image: Los desperdicios de naranjas fueron llevados al Área de Conservación de Guanacaste, en más de mil camiones. Derechos de autor de la imagenDANIEL JANZEN Y WINNIE HALLWACHS
Tirar basura en un bosque podría parecer una acción de poca ayuda para el medio ambiente. Sin embargo, eso es exactamente lo que sucedió en Costa Rica.
Más de 1.000 camiones arrojaron 12.000 toneladas de cáscara y pulpa de naranja en pastos áridos de la reserva de Guanacaste, en el norte del país, a mediados de la década de 1990.