Se sabe que el amor pasa por varias etapas, o sea, no siempre todo es color de rosa. Se llega a un punto de la relación en que uno de los dos parece no dar más, tal vez por discusiones, falta de interés o simplemente se cae en la rutina, lo que podría terminar matando el amor.
Y por más que una de las partes luche por sacar la relación a flote, hay que aceptar que esto no funciona así, pues es algo que se construye entre los dos.